Mi mamá no necesitaba recetas de revista.
Ni moldes caros.
Solo su horno y las ganas de hacernos felices.
Los domingos, la casa entera olía a keke de vainilla.
Suave por dentro. Dorado por fuera.
Y encima… una capa de fudge de chocolate casero.
Brillante como los recuerdos que no se olvidan.
Mi madre siempre nos decía que era para el lonche… aunque el olor podía más.
Y siempre había uno (sí, a veces era yo) que deslizaba el dedo, discretamente, sobre el fudge tibio.
No era el postre más bonito.
Pero era el que sabía a hogar.
Y a todo eso que, sin darnos cuenta, seguimos buscando cuando crecemos.
Ahora cuéntanos:
👇¿Cuál es ese postre que, con solo recordarlo, te devuelve a tu infancia?
.
.
.
.
#Telejuane #RecetasConMemoria #ElPostreDeMamá #DomingosEnFamilia
#HechoEnUcayali #CocinaQueAbraza #KekeConFudge #MiniCuentosSelváticos

